Frecuencias y Salud

El sonido tiene una cualidad primordial que nos impacta no solo en lo físico, sino en lo emocional. La importancia del sonido y su impacto en nuestra salud y nuestro bienestar es una realidad científica. Todo es energía. Todo lo que existe es parte de una red interconectada de frecuencias vibratorias electromagnéticas.

La frecuencia es la propiedad de una onda. Estamos rodeados de ondas: La luz es una onda electromagnética y el sonido es una onda sonora.

Una onda es una vibración que lleva energía consigo. La frecuencia de una onda es el número de ondas que pasan cada segundo y se mide en Hertz (Hz).

Las ondas de sonido son vibraciones de ondas en el aire. Cuando golpeas con la mano el escritorio, hace que el escritorio vibre, lo que hace que el aire vibre. Las partículas de aire chocan entre sí hasta llegar a tu oído, haciendo vibrar tu tímpano que luego envía la señal a tu cerebro. Es tu cerebro el que interpreta estas vibraciones.

La comunidad científica confirma lo que entendían las antiguas tradiciones espirituales y ha podido comprobar el impacto de diferentes frecuencias sonoras sobre el ADN humano.

El conocimiento sobre estas frecuencias se remonta a la noche de los tiempos que los considera sonidos fundamentales cantados por los monjes gregorianos del cristianismo, en los antiguos cantos sánscritos de la India o en el cantar del muecín musulmán. Se creía que estas frecuencias musicales afectaban profundamente la mente consciente y subconsciente para estimular la curación y promover la vitalidad.

El poder del sonido no solo es curativo, también puede afectar negativamente la salud más allá de los conocidos efectos del ruido sobre el sistema nervioso. De hecho, existen armas sónicas y ultrasónicas de varios tipos que utilizan el sonido para herir o incapacitar a un oponente.

A principios de los años 40, los ingenieros nazis crearon un cañón sónico. Este cañón detonaba pulsos sónicos a una frecuencia de unos 44 Hz. A unos 200/400 metros el cañón provocaba náuseas y vértigo. A distancias menores las ondas sonoras podían provocar daños más serios, comprimiendo y liberando repetidamente órganos resistentes a la compresión, como los riñones, el bazo o el hígado.

El ejército de EEUU usó públicamente un cañón sonoro para dispersar manifestaciones en 2009, y se sabe que existen desarrollos secretos de señales infrasónicas con efectos letales.

Y fue noticia mundial aquel extraño incidente sucedido en 2016, cuando Estados Unidos expulsó a dos funcionarios cubanos ya que varios de sus diplomáticos debieron ser evacuados antes de finalizar una misión en La Habana por pérdida de audición. Se habló entonces de un presunto “ataque acústico” contra la delegación de EEUU.

Desde dispositivos acústicos de largo alcance utilizados para dispersar multitudes que protestan, hasta drones militares que inducen una ola de miedo en aquellos que se encuentran debajo de ellos, estamos entrando en una era en la que el sonido se está usando como herramienta bélica y coercitiva.

Pero, a la par que su poder destructor, en la década de los 70, la humanidad a vuelto a tomar conciencia de sus beneficios y hoy en día existe una corriente terapéutica que utiliza esta sabiduría.

Sonidos que sanan

Por ejemplo, los estudios demuestran que la música clásica ayuda a calmar a los bebés y algunos padres creen que incluso los vuelve más inteligentes. Esta última idea se conoce como el Efecto Mozart, popularizada por un estudio de 1993 en el que los investigadores analizaron a estudiantes que escuchaban música clásica antes de sus exámenes y encontraron que obtenían mejores resultados.

Se cree que la curación con sonidos ayuda en el tratamiento del estrés, la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los problemas para dormir y el dolor crónico. Según los practicantes de la curación con sonido, a través de la vibración, las células del cuerpo se armonizan con el sonido, lo que promueve la curación.

Existen varias técnicas que propician la curación con sonido:

Tararear

Tararear es algo que hacemos cuando nos sentimos felices. Es un sonido simple que refleja nuestra emoción.

Las investigaciones dicen que el tarareo puede reducir el estrés, mejorar el sueño, promover la calma e incluso producir los poderosos químicos de la felicidad en el cerebro, como la oxitocina.

Tararear juega un papel importante en la meditación y se usa a menudo en el yoga ya que ayuda a calmar la mente. Finalmente, el tarareo también contribuye a mejorar el flujo de aire entre los senos paranasales y la cavidad nasal lo que ayuda a proteger tu salud.

Cantar el Om

Es el primer paso para la meditación. Cantar el Om es un mantra o una expresión sagrada que produce una vibración a través de las cuerdas vocales.

Las vibraciones se transmiten a través del nervio vago2 y desactivan significativamente las áreas del cerebro como la amígdala (involucrada en el procesamiento de emociones y recuerdos asociados con el miedo), el parahipocampo (esencial para la formación de la memoria) y el hipocampo (procesamiento visual de alto nivel).

Limpia y abre los senos paranasales, reduce el estrés y relaja el cuerpo, tiene beneficios cardiovasculares, llevando la presión arterial a nivel normal y estabilizando el ritmo cardíaco, mejorando la circulación, produciendo endorfinas y ayudando al al metabolismo. También ayuda a que la mente se concentre, lo que alivia los niveles de estrés.

Cuencos tibetanos

Los cuencos tibetanos, además de usarse como instrumento musical, se usan ampliamente para prácticas religiosas como la meditación y el canto budista.

Sus usos para la curación con sonido permiten restaurar la frecuencia vibratoria normal del cuerpo al sincronizar nuestras ondas cerebrales con la resonancia perfecta de los cuencos.

Los tonos de los cuencos crean el estado idóneo para la meditación profunda, el pensamiento creativo y los mensajes intuitivos y también ayudan a curar la mayoría de las enfermedades y varias dolencias, incluidos los trastornos de estrés y la depresión ya que las personas felices tienen frecuencias más altas y, por ello, son menos propensas a las enfermedades.

Baño de gong

Un baño de gong es una ancestral técnica asiática de curación con sonido. Se llama “baño” porque los participantes se van a bañar en ondas sonoras que actuarán como masajes y esto produce una asombrosa sensación de bienestar a través de la vibración de toda el agua del cuerpo.

Tanto la sabiduría antigua como la ciencia moderna creen que estas vibraciones armonizan todo el ser, y que este estado armónico es el que permite la curación.

Diapasón

Los diapasones se han utilizado durante siglos para determinar si un instrumento musical está afinado. Pero también puede ayudar a curar el cuerpo.

Una vez que se golpea el diapasón, este comienza a vibrar. Cuando lo hace, el espacio aéreo circundante también vibra con la misma frecuencia y permite alterar la bioquímica del cuerpo. Según la tonalidad del diapasón, se puede restaurar el equilibrio en los chacras, mantener la armonía en los músculos, el sistema nervioso y los órganos o propiciar la relajación y aumentar la energía física.

Música binaural

La grabación binaural utiliza dos micrófonos para conseguir crear una sensación de sonido estéreo tridimensional para el oyente. Los latidos binaurales son una percepción del sonido creada por el cerebro. Si se escuchan dos tonos, cada uno en una frecuencia diferente y cada uno en un oído diferente, el cerebro crea un tono adicional que percibe como un sonido único.

Por ejemplo:
Si un sonido en tu oído izquierdo tiene una frecuencia de 132 Hertz (Hz), y otro sonido en tu oído derecho tiene una frecuencia de 121 Hz, entonces se produce una “ilusión auditiva”. Este efecto hace que el cerebro se sincronice gradualmente con la diferencia entre ambas frecuencias. Además de los dos tonos recibidos por cada oído, escucha un tono a 11 Hz.

Cuando los latidos binaurales se mantienen durante un período de tiempo, pueden sincronizarse con las ondas cerebrales y pueden alterar la actividad de las ondas cerebrales, así como sus niveles de excitación.

Para que funcione un ritmo binaural, los dos tonos deben tener frecuencias inferiores a 1000 Hz, y la diferencia entre los dos tonos no puede ser superior a 30 Hz. Los tonos deben ser escuchados en estéreo, uno por cada oído.

Los defensores de este tipo de terapia la recomendamos para:

  • Reducir el estrés y la ansiedad
  • Mejorar el estado de ánimo
  • Mejorar la confianza
  • Aumentar la capacidad de atención, concentración y motivación
  • Mejorar la memoria a largo plazo
  • Meditar con más profundidad
  • Aumentar el rendimiento psicomotor
  • Promover la salud óptima

La sanación con sonidos no es tan popular como otras formas de sanación natural y la medicina oficial la considera semi-experimental pero, en mi opinión, se postula como la medicina del futuro.

Con afecto,

Sophie

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