Cómo Manejar las Emociones Negativas

Las emociones negativas se pueden describir como cualquier sentimiento que te haga sentir mal. Estas emociones hacen que te desagrades a ti mism@ y no te gusten los demás. Reducen tu confianza, tu autoestima y tu satisfacción general con la vida.

Es normal que queramos alejarnos de las emociones que nos hacen sentir mal, pero querer esconderlas, controlarlas y detenerlas por completo sería enormemente perjudicial.
Las emociones negativas son una parte normal, saludable y útil de la vida. No son un signo de debilidad o de poca inteligencia emocional.

5 beneficios comprobados de las emociones negativas

No todo es pesimismo. Cuando se manejan bien, las emociones negativas pueden tener beneficios comprobados para nuestro bienestar, y se han realizado muchas investigaciones para comprobar el aspecto positivo de las emociones negativas.

1. La tristeza

La tristeza, cuando no existe una causa justificada, nos alerta de que algo no está bien y nos pide prestar atención a qué podría estar causándola y qué debemos hacer para superarla.

 

 

2. La ira

Se relaciona la ira con alentar y llevar a la motivación para actuar. La ira anima a reflexionar sobre cuál es el sufrimiento que la alimenta y a buscar una solución.

 

 

3. Los celos

Los celos no siempre son malos. La mayoría de las veces es “envidia sana” que anima a mejorar porque muestra que conseguir lo que envidiamos es algo tangible. Otras veces indica un sentimiento de carencia que necesita amorosos cuidados.

 

 

4. La ansiedad

La ansiedad está estrechamente relacionada con la respuesta de “lucha o huida ya que la ansiedad animará a buscar soluciones para escapar de un peligro.
Sin embargo, la ansiedad nos indica que estamos pensando y proyectando negativamente un futuro que no ha ocurrido aún, lo que nos invita a vivir en el presente.

 

5. La culpa

La culpa puede ser una emoción excepcionalmente útil. Es esencialmente una brújula moral que nos indica que necesitamos enmendar algo. Es importante distinguir entre sentirse culpable y ser culpable. Cuando te sientes culpable, aunque no has hecho nada malo y nadie te hace responsable, esa emoción te invita a aprender a amarte

 

6. El odio

El odio es una emoción muy fuerte. Es un veneno que contamina el espíritu, envenena el alma y distorsiona las relaciones.
Sin embargo, también nos motiva para defendernos o actuar. El odio no es lo contrario del amor, es una distorsión del amor. Sentir odio nos anima a profundizar en la vía del amor.

 

Indudablemente, cualquier emoción negativa tiene su lado positivo. Sin embargo, no hacer un esfuerzo consciente por manejarla, nos somete a impulsos primarios que nos ciegan y nos quitan la oportunidad de actuar desde la claridad y la sabiduría.

¿QUÉ HACER?

 

1.- GUARDA SILENCIO

El silencio es una herramienta para una mejor regulación emocional. Ofrece un espacio entre un sentimiento y una respuesta. Puede ser un silencio que permita elegir una respuesta desde una mayor calma y sabiduría ya que las palabras tienen el poder de herir y destruir. También, puede ser propiciar un silencio mental – enfocándote en tus sensaciones o recordando una melodía – que te permita aplacar un diálogo interno que no te conviene.

2.- TOMA DISTANCIA

Alejarte, física y mentalmente, te ofrece perspectiva. Quedarte en la zona de conflicto puede hacer que tomes decisiones erróneas. Sal, despéjate, baila, camina, haz alguna actividad que te ayude a producir hormonas de la felicidad como son las endorfinas. Para tu alma, para clarificar tu mente, busca un espacio en la introspección para observar, sin juicio, lo que estás sintiendo.

3.- BUSCA TU CENTRO

Ve a tu intimidad, a tu centro, reconócete, acepta tus fallos, felicítate por tus aciertos, eres un ser lleno de aspectos que se relacionan e influyen entre si y donde todos tienen su lugar.
Llora si es necesario, abraza a tu ego, date un respiro sin exigirte.

 

 

4.- SOLUCIONA

Si esta emoción es culpa de un conflicto, procura buscar una solución con un ganar/ganar de todas las partes implicadas. Eso te hará sentir más inteligente y sabi@ lo que redundará en tu bienestar emocional.
Cuando la emoción no obedece a una circunstancia o una relación, procura encontrar la forma de solucionarla, sanando la relación que tienes contig@ mism@.

 

5.- DISCÚLPATE

Con terceras personas si se da el caso, pero, especialmente, perdónate a ti mism@. Desde el perdón a un@ mism@, sin juicio ni autoexigencia, se puede comprender. Esto es parte de trabajar las emociones negativas.
Además, solventar situaciones de conflicto con un@ mism@ es la base para construir buenas relaciones con los demás.

 

 

6.- PROCURA APRENDER

Aprende, sin juicio ni condena, de cada experiencia buena o mala, de tus decisiones, de tus fallos y, por supuesto de tus aciertos.
Desde esa consciencia, comprobarás como se va moldeando tu carácter, tu forma de tomar decisiones y tu capacidad de reacción, desde la sabiduría de las emociones positivas.

 

7.- AGRADECE

Cuanto más huyas de tu emoción, cuanto más quieras luchar con ella, más poderosa se volverá para dominarte. Necesitas comprender que esa emoción que tanto rechazas tiene un propósito positivo, aunque el resultado no lo sea.
Agradece a esa emoción lo que te está queriendo enseñar porque manifiesta un aspecto de ti que necesita y merece su lugar.

 

TODO TE LLEVA A TI

En definitiva, la clave de la salud emocional está en aprender a relacionarte contigo mism@ con amor incondicional, que acepta sin condenar, ni rechazar pero que impulsa a mejorar y a avanzar.

¡ÁMATE!

Con afecto,
Sophie Hardy

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