Para poder ser felices y libres de actitudes negativas ante la vida, necesitamos conocer las leyes naturales que garantizan el orden y la armonía en el universo.
Cuando hablo de las leyes naturales, es indudable que la palabra “ley” no es adecuada porque suena como si un poder superior hubiera decidido como deben ser las cosas. Así, en la antigua filosofía griega no se hablaba de leyes sino de un orden en la naturaleza.
Todos los fenómenos que existen sean partículas fundamentales o pensamientos, surgen de un orden profundo que, física y metafísicamente, se produce siguiendo leyes que gobiernan todas las acciones e interacciones en nuestro universo. Las leyes físicas nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea mientras que las leyes metafísicas o leyes espirituales nos brindan pautas para vivir adecuadamente (salud de cuerpo, mente y espíritu).
Gracias a los avances científicos podemos comprender mejor como funciona el universo en lo manifiesto y en lo sutil. Lo manifiesto es lo que se puede sostener en la mano, o captar con la vista o la mente y lo sutil es lo que no se puede captar. Ambos son expresiones de los mismos principios fundamentales y obedecen a las mismas leyes que garantizan la armonía.
Para poder salir del sufrimiento, necesitamos conocer y asimilar profundamente estas leyes.
Las Siete principales Leyes del Orden Natural en el universo
Todas las leyes del orden natural en el universo operan e interactúan al mismo nivel. Ninguna Ley tiene prioridad sobre las otras y, por tanto, no hay un orden adecuado para enumerarlas.
La Ley de la Armonía del Todo: La totalidad de la existencia, incluyendo la materia y la conciencia es un todo indivisible donde todo tiene su lugar de pertenencia y nada puede ser excluido. Todo está interconectado con todo lo demás. Todo es interdependiente. El conjunto afecta a lo particular, y lo particular afecta al conjunto en pensamiento, palabra y acción.
La Ley de Polaridad – Según esta ley, todo es dual. Por tanto, los opuestos son en realidad dos partes inseparables de la misma cosa. La abundancia es inseparable de la escasez, el éxito es inseparable del fracaso, la atracción es inseparable del rechazo y cada cosa trae en sí el potencial para su opuesto.
Una vez que se comprende este concepto, para la aplicación efectiva de la Ley de Polaridad es necesario incluir y aceptar lo contrario de lo que se desea, amar lo opuesto al amor, aceptar aquello que se rechaza.
La Ley de la Transmutación Perpetua de la Energía
La energía simplemente Es. Ni se crea, ni se destruye. Es perpetua y siempre está en movimiento, transformándose. Nada es constante. Todo cambia siempre.
Por ejemplo, el agua. Su energía solo puede cambiar (o transmutar) su forma convirtiéndola en hielo, en vapor, en nubes, en lluvia o en nieve pero nunca desaparece. Esta es la Ley de la Transmutación Perpetua de la Energía en acción. De un estado a otro, la energía evoluciona, se mueve y se transforma constantemente, y siempre existe.
Los seres humanos tenemos el poder de cambiar las condiciones de nuestras vidas haciendo que las vibraciones superiores consuman y transformen las inferiores de tal manera que nos afecten positivamente. Los pensamientos son donde todo comienza. Cambiar los pensamientos, cambia lo que será manifestado.
La Ley de Vibración – La Ley de Vibración establece que todo en el universo está en un constante estado de movimiento o vibración. Según la velocidad de vibración (frecuencia) la energía se materializa de diferente manera. Así, los objetos sólidos que percibimos como estáticos, por ejemplo una piedra o un mueble, vibran a baja velocidad. El cuerpo humano, por otro lado, vibra a un ritmo extremadamente alto.
Los pensamientos, son energía poderosa que vibran a diferentes frecuencias dependiendo de su naturaleza. Los pensamientos establecen resonancia con cualquier cosa que esté en la misma frecuencia.
Esto es el origen de los acontecimientos que vivimos, las personas que atraemos o las enfermedades que desarrollamos. Lo semejante atrae lo semejante.
Afortunadamente, para atraer lo que deseamos, podemos subir la frecuencia vibracional de nuestro ser dirigiendo pensamientos en positivo hacia lo que se quiere conseguir y conectando con emociones positivas.
Si existe algún atisbo de duda, de pesimismo o de preocupación, la vibración en forma negativa llega a inhibir el poder manifestar/materializar nuestro deseo.
La Ley de atracción: La Ley de Atracción y la Ley de Vibración están íntimamente conectadas porque la vibración es lo que causa la atracción.
La atracción es una fuerza que actúa recíprocamente entre partículas de materia, tendiendo a unirlas y resistiendo su separación. Gobierna cómo creamos las cosas, los acontecimientos y las personas que conforman nuestras vidas porque nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones producen energías que, a su vez, atraen energías similares.
Las energías negativas atraen energías negativas y las energías positivas atraen energías positivas. El miedo atrae más motivos de miedo. La Ira atrae situaciones de ira. El amor atrae más amor.
Comprender la Ley de Vibración y la Ley de Atracción ayuda a manifestar la vida que deseamos más fácil y rápidamente. Por ejemplo, sentir agradecimiento atrae más motivos de agradecimiento a tu vida. Así, se trata de elegir qué queremos atraer y enfocar conscientemente los pensamientos para beneficiarnos de los efectos de esta ley.
La Ley de Compensación – Es la Ley de Causa y efecto aplicada a las bendiciones y la abundancia que recibimos. Los efectos visibles de nuestras acciones nos son dados en forma de regalos, dinero, herencias, amistades, amores y bendiciones.
Las leyes universales existen para proporcionar un equilibrio y una armonía perfectos. De acuerdo con la ley de compensación, si hay un flujo de agua en un lugar, debe haber un reflujo en otro lugar, por cada acción hay una reacción, por cada subida hay una bajada y por cada día, hay una noche.
El objetivo principal de esta ley universal es abrir nuestra conciencia sobre nuestra dualidad tanto en polaridades negativas como positivas. Una vez que somos conscientes de las cualidades positivas y negativas de nuestras vidas, la ley de la compensación se ha cumplido porque nos permite compensar cualquier error u omisión que hayamos cometido y también recibir los beneficios que hemos ofrecido a otros. Según esta ley, seremos recompensad@ en proporción directa a nuestros esfuerzos y contribución al universo.
La ley de la atracción, que funciona en armonía con la ley de la compensación, hace hincapié en obtener, pero no se puede obtener sin dar. Para que la ley de la atracción funcione es necesario dar para poder recibir.
La Ley de Acción – La ley de acción es crítica para hacer realidad los sueños porque es imprescindible para que la ley de la atracción funcione. La manifestación no es magia; Debemos realizar acciones que confirmen nuestros pensamientos, sueños, emociones y palabras.
La Ley de Correspondencia – Esta Ley Universal establece que los principios o leyes de la física que explican la energía, la Luz, la vibración y el movimiento del mundo físico tienen sus correspondientes en el mundo etérico o universo. “Como es arriba, es abajo” es una realidad para lo material y lo sutil.
Así, lo que sucede nuestras vidas, es un reflejo directo de cómo pensamos (consciente e inconscientemente) y cómo sentimos.
La Ley de Causa y Efecto – La ley de causa y efecto establece específicamente que cada acción en el universo produce una reacción en cualquier caso. Cada Acción, actitud, pensamiento o creencia tiene una reacción o consecuencia. “Cosechamos lo que sembramos”.
Esta Ley no obedece a los conceptos de bueno o malo. Por eso, personas aparentemente “malas” pueden acumular riqueza. Por lo general, no se perciben a sí mismas como “malas”, sino como afortunadas y ricas, y eso es lo que obtienen.
La Ley de la Relatividad – Esta ley sugiere que tendemos a comparar cosas en nuestro mundo y que su significado se reduce a nuestra percepción. Es una cuestión de perspectiva. En realidad, todo es neutral, todo es relativo. Somos inferiores a unos y superiores a otros por lo que en esencia somos superiores e inferiores a la vez.
Por ello, esta ley también nos enseña que comparar nuestros problemas con los de los demás debe hacerse desde una perspectiva adecuada. Por muy mala que percibamos nuestra situación, siempre hay alguien que está en peor situación. Todo es relativo.
Aplicar esta ley nos ayuda a comprender nuestra vida con mayor compasión. Por ejemplo, cuando nos sentimos desafortunados se debe generalmente a que estamos comparando nuestros asuntos con los de otr@s y no vemos las cosas tal como son.
Esta ley nos muestra que es mejor apreciar lo que tenemos sin necesidad de compararlo.
La Ley del Ritmo – Todo vibra y se mueve a ciertos ritmos. Estos ritmos establecen estaciones, ciclos, etapas de desarrollo y patrones. Cada ciclo refleja la regularidad del Universo de Dios.
Por ello, entender la ley de ritmo es aceptar sin emoción, ni pensamientos negativos lo que nos asusta, entristece o disgusta simplemente porque está ocurriendo.
Con afecto.
Sophie